Tengo una muy buena amiga en la universidad a la que le cuento que en mi misma clase hay un chico que me vuelve loco. Me encanta su culito pero me da miedo decirle nada. Mi amiga le da un papel con su numero de teléfono y le dice que cuando quiera que la llame para un regalito en los baños de la universidad. Le conseguimos engañar y soy yo él que termina comiéndose su rica y gorda polla. Cuando ve mi cara y se entera de que es un chico el que le a chupado la polla se relame de gusto y me deja cabalgar su tieso rabo salvajemente.