Tenemos el fin de semana una fiesta en un local que esta cerca de la casa de mi hermano mayor. Le pido que nos deje a mi amigo y a mi quedarnos a dormir y poder llegar más tarde. A mis veinte años mis padres todavía no me dejan dormir fuera de casa. Me despierto muy cachondo y con la polla tiesa decido ir a la habitación de mi hermano a recordad viejos tiempos. El sabe cómo me gusta que me metan mano y me follen el culo. Estoy gozando como un perro cuando mi amigo me sorprende saltando encima de la polla de mi hermano y decide unirse a la fiesta.