Mi compañero de trabajo me invita a conocer su casa y a darme un baño en su piscina. Aunque no soy muy sociable no me queda otra que aceptar. La cosa resulta de lo más divertida cuando termino quedandome solo en la piscina con el socorrista. Se empeña en enseñarme a nadar bien. Pero antes tengo que aprender a aguantar la respiración con la boca llena. Que rico ese rabazo negro y bien peludo follandome la boca sin parar. Lo mejor cuando llega hasta mi garganta a punto de reventar.
3.087 reproducciones - subido el 25/11/2020