Por fin es viernes por la tarde y ya terminan las clases en la universidad. Llego a casa con un calentón impresionante y la polla tiesa. Como sé que mis padres están trabajando me pongo cómodo en el sofá y empiezo a sobarme la polla. Cuando mas cachondo estoy noto una mano que empieza a acariciarme los pezones. Qué gusto da y que escalofríos me recorren cuando me los pellizca sin parar. Levanto la cabeza y me doy cuenta que es mi abuelo el que esta a mi lado. Pero cachondo perdido y viéndole a el sobarse la polla soy incapaz de parar.