Llevo muchos años trabajando como taxista pero nunca había visto nada que me pusiera tanto y tan caliente como lo de anoche. Una parejita de turistas extranjeros se meten en mi taxi y de repente veo por el retrovisor que se empiezan a meter mano y los dos están con la polla fuera. Intento disimular pero estoy tan cachondo que no puedo dejar de mirarlos. Los chicos empiezan a hablar conmigo preguntándome que si me gusta lo que veo. Uno de ellos me dice que ahora mismo le va a follar el culo a su amigo y que le da mucho morobo que yo les mire.
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