Me despierto en la cama con un tremendo dolor de cabeza y mi sobrino dormido a mi lado. No recuerdo casi nada de lo que paso anoche. Salimos a cenar con unos compañeros del trabajo y mi sobrino termino acompañándome. Cuando consigo despertarle y preguntarle qué es lo que a pasado mete su mano en mi albornoz y empieza a chuparme mi polla tiesa. Esto no puede ser consigo detenerlo y me marcho a la ducha. Cuando me lo encuentro en la cocina me sigue provocandome y metiéndome mano. No soy de piedra y si lo que quiere es un buen rabo con el que jugar yo se lo voy a dar.